Fraude. Ése es el adjetivo que identifica el partido de este Domingo. Futbolísticamente hablando el trío arbitral consta de un desmesurado analfabetismo.
Con la expulsión del portero comenzó la metedura de pata que hizo que nuestro equipo acabara con cuatro goles. La pifia del juez de línea condujo a nuestro guardameta al banquillo y tras él uno de nuestros centrocampistas. Esto es solo el comienzo de la burla que sufrieron los nuestros en el campo de Calera de León. No cabe pensar que este timo de partido se deba a la influencia que los aficcionados del equipo de Tentudía causan en estos tres individuos, los cuales arbitran casi cada Domingo en este campo debido al temor de otros árbitros sobre estos seguidores.
El partido se basó en engaño, en una trampa, en una estafa. Todo fue mala educación por parte de uno de los jueces de línea con un " tocame los huevos ", palabras textuales a uno de los espectadores, sin dejar atrás al árbitro que parecía intocable cual forma de hablar era improcedente en esa situación. Su ignorancia en el terreno de juego dio lugar a la expulsión de dos jugadores más. Pocas veces se atrevía a pitar falta para el equipo de casa.
Desesperación en los aficcionados del CP Belenense se manifestaba en cada expulsión. Estos tres elementos no se merecían menos que lo que se les dijo y más.
Desengaño, frustración, robo. Todo define al partido de este día.
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